Comentario
Que trata quién fue el invencible Fernando Cortés, primer marqués del Valle, y da principio a sus heroicos hechos
Siendo reyes de Castilla y Aragón los católicos don Fernando y doña Isabel, nació Fernando Cortés en la villa de Medellín en la Extremadura (y como atrás queda referido) en el año de 1485; sus padres fueron Martín Cortés de Monroy y doña Catalina Pizarro Altamirano, gente noble e hijosdalgos y muy aventajados en honra aunque faltos de hacienda. En dos años de estudio, supo bien la gramática y dio principio a oir leyes, mas luego mudó de intento, y se dio a las armas; era muy belicoso y de pensamientos muy levantados, por lo cual sus padres le dieron licencia para que pasara a las Indias en busca de Nicolás de Ovando, comendador de Laris, que era gobernador de Santo Domingo. Tenía diecinueve años cuando llegó a esta Isla, que fue en el año de mil quinientos cuatro, por pascua de resurrección, donde le pasaron varios acontecimientos prósperos y adversos en el discurso de tiempo que allí vivió, que fueron cinco o seis años, dándose a granjerías hasta ir a la conquista de la isla de Cuba, en donde se casó con doña Catalina Juárez, y le sucedió lo que Francisco López de Gómara y Antonio de Herrera cuentan en sus historias, en donde se podrá ver todo especificadamente. Y yo no diré aquí más de lo que hace al propósito de la materia que trato. Andando el tiempo adelante y prosiguiendo el descubrimiento de las Indias, Francisco Hernández de Córdoba hizo una jornada y descubrió la tierra firme de Yucatán, en el año 1517, y porque los indios defendieron su tierra hiriendo a muchos de os españoles, se volvió sin hacer otra cosa más de ver la tierra; súpose de este viaje, ser rica, abastecida y en todo aventajada a la de las islas, y diole a Diego Velázquez deseo de conquistarla, para lo cual envió a ella a Juan de Grijalva su sobrino, con armada suficiente en el año de 1518, y llevando consigo doscientos españoles y algunas mercaderías con que rescató oro y cosas de precio de aquella tierra. Grijalva detúvose tanto, que Diego Velázquez, recelándose no se hubiese perdido, para saber la verdad envió en su busca a Cristóbal de Olid para que le trajese o poblase allá, si la tierra descubierta fuese buena, y la comenzase a conquistar. Antes que Olid topase con Grijalva, volvió a Santo Domingo Pedro de Alvarado, que había ido en compañía de Grijalva, el cual dio a Diego Velázquez aviso de la riqueza grande de Yucatán y de lo mucho que Grijalva había rescatado. Diego Velázquez oyendo estas nuevas, pasole gran gana de enviar a conquistar y poblar aquella tierra, lo uno por dilatar nuestra santa fe, y lo otro por ganar honra y riqueza, y para ello anduvo tratando con algunas personas de juntar gente para hacer este viaje, y no hubo persona que con él se acomodase, sino Fernando Cortés que tenía dos mil ducados en el cambio de Andrés de Duero, mercader que era discreto y de estómago para saber gobernar. Cortés aceptó aquel negocio y le dijo que se holgaba de juntarse con él y que iría en persona al descubrimiento y conquista de esta tierra, y hechos sus conciertos y capitulaciones y sacada licencia de los frailes jerónimos, que tenían la gobernación de las islas, Puestos a punto los navíos y todo lo necesario, llegó al puerto Juan de Grijalva a tres de octubre del año de 1518 con cantidad de oro y plata, y con más claridad y noticia de la tierra, con lo cual Diego Velázquez mudó luego de intento pretendiendo impedir a Cortés el viajé, de que hubo entre los dos grandes pasiones; mas Cortés, a pesar del otro, dio principio a su viaje y tomó fiados cuatro mil ducados con que compró navíos y todo lo necesario, y luego se le agregaron sus amigos que sustentó a su costa y dio dineros. Al partir hizo una protesta ante escribano de que él iba a sus propias costas, y que no tenía ninguna parte Diego Velázquez en aquel negocio. Llegado a [blanco] Alvarado, Olid y otros amigos de Velázquez lo quisieron prender, más él se puso a salvo en la isla de Guaniganiga, y habiendo saltado a tierra hizo reseña de la gente que llevaba, y halló quinientos cincuenta españoles de pelea, más algunos indios de servicio, de los cuales hizo once compañías de cincuenta hombres, y tomó para sí el cargo de capitán general; llevaba once navíos poniendo en todos banderas con sus armas, que fueron unos fuegos blancos y azules, y en medio una cruz colorada con una letra en latín que decía: Amigos, sigamos la cruz, porque sí fe tenemos, en esta señal venceremos. Con cuyo aparato y pocos compañeros conquistó este nuevo mundo, y convirtió a los naturales de él a nuestra santa fe católica y ley evangélica, que fue la más dificultosa conquista que se vio en el mundo, y no le hicieron ventaja Alejandro y Julio César, como por el discurso de esta historia se vera, y aparece muy especificadamente en la de los autores que tengo citados.